... Y LLEGÓ EL JUEVES SANTO

Amaneció el Jueves Santo regando una fina lluvia las calles de la ciudad. El cielo, la noche y las previsiones hacían pensar en lo peor. Pero como casi siempre pasa, uno de los tres Jueves que brillan más que el sol, no podía dejar pasar la oportunidad de estrenar el cielo azul para recibir a la Hermandad de la Piedad, por su treinta cumpleaños en las calles de Cabra.

 Gracias a los últimos avances en tecnología y la siempre inestimable colaboración de Juan Ramón Pérez, tuvimos la certeza de contar con un claro en el inestable estado meteorológico, tomando la decisión la Junta de Gobierno de acortar el recorrido en su itinerario y en tiempo. Hasta las 16 horas garantizaban estabilidad y a partir de ese momento entraba un frente que dejaría abundantes lluvias como así ocurrió en la tarde del Jueves Santo. Con la responsabilidad del mantenimiento de un patrimonio que es de todos y la tranquilidad de mantener un cortejo de algo más de doscientas personas sin producir ninguna alteración, se tomó esta decisión de entrar 45 minutos antes de lo previsto.

 Muchisimos estrenos en esta mañana de Jueves Santo. Destacado el tramo de dalmáticas, realizadas en el Taller de Bordado de la Cofradía y que este año se veían cumplimentadas las seis obras de arte que han salido de manos de hermanas y hermanos de esta Cofradía. El nuevo paso procesional, en su fase de carpintería y nuevos faldones. Y el gran estreno, la primera salida procesional en la Semana Santa de Cabra del Cristo del Amor y los Santos Varones, bajo la atenta mirada de dolor de la Santísima Virgen de la Piedad.

 El acompañamiento musical de la Banda de Cornetas y Tambores de la Salud de Córdoba, puso las notas musicales a una jornada que amaneció triste, pero que aumentó en ilusión y esperanza hasta que llegada las 13 horas, se abrieron las puertas de la Asunción y Ángeles y puso la Cofradía su Cruz de Guía en la calle para comenzar su Estación de Penitencia. Acompañó a la Hermandad el párroco y consiliario D. Zacarías Romero, en todo su recorrido y las mantillas cerraron un Cortejo que ha sido el más numeroso de la historia de nuestra Hermandad.

 Numeroso público por todas las calles, que disfrutaron de una tarde calurosa por momentos. El misterio del Santo Traslado al Sepulcro es ya una realidad en la Semana Santa egabrense, se pudieron observar momentos e instantáneas de una sensibilidad exquisita. Se hace necesario observar el paso desde distintos ángulos para comprender el trágico momento que está ocurriendo.

La primera fase de este proyecto a visto la luz en una mañana que parecía esconderse tras nubes grises que se han convertido al azul del mar, del cielo, el azul intenso de unos iris que han servido de monte, para acompañar a Cristo muerto por vez primera por las calles de Cabra. Ya sabe nuestra ciudad, como camina el Amor por primavera.



Fotografías de Ana B. Arévalo