PRESENTACIÓN CARTEL DE LA HERMANDAD

El pasado 24 de febrero, tuvo lugar la presentación del Cartel de la Cofradía de la Piedad que estuvo a cargo de María de la Sierra Sabariego Padillo, que realizó una magnífica pieza oratoria donde hizo vibrar a todos los asistentes con momentos muy emotivos. La extraordinaria fotografía del cartel es obra del fotógrafo egabrense Vicente Rodríguez.

A continuación, os dejamos al completo la presentación de Marisierra para que puedan leerla a través de la página web de la Cofradía de la Piedad.

Hermana mayor y Junta de Gobierno de la Hermandad y Cofradía de María Santísima de la Piedad, Santísimo Cristo del Amor en su Santo Traslado al Sepulcro y San Juan Evangelista, hermanos y hermanas, cofrades todos…

Es un honor para mí estar hoy aquí, en este patio de mi infancia donde aún madura el limonero que con tanto mimo cuidaba mi tío Juan, bajo un cielo azul con el que disfrutaba cada tarde de verano mi tía Conce ensartando olorosas moñas de jazmines junto a un grupo de mujeres…Y es que a ellos, a mis queridos tíos, les encantaba vivir con la casa llena de gente, con las puertas abiertas de par en par. Cuánto hubiesen disfrutado hoy aquí, viendo convertida su casa en la Casa de Hermandad de la cofradía de sus amores.

Decía Ansel Adams que “El componente más importante de una cámara fotográfica está detrás de ella”. ¡Y qué razón tenía el fotógrafo americano! Si bien es cierto que hoy día todos tenemos la oportunidad de hacer “click” gracias a la era tan tecnológica que nos ha tocado vivir, FOTOGRAFIAR es otra cosa: es colocar cabeza, ojo y corazón en un mismo eje. Y eso, lógicamente, es un don reservado a unos cuantos privilegiados como Vicente Rodríguez, autor del cartel anunciador del próximo Jueves Santo. Quien conoce a Vicente sabe de su dilatada trayectoria fotográfica repleta de reconocimientos y premios, entre ellos los obtenidos en el Concurso Nacional de Fotografía de Semana Santa de Cabra, protagonizando el cartel de la Semana Santa de Cabra del año 2005 con una bella instantánea del Cristo de la Expiración a su paso por la Plaza Vieja. Como persona generosa y humilde que es colabora solícitamente con cuantas cofradías le requieren, no dudando siempre en ofrecer un material fotográfico en el que invierte mucho tiempo y esfuerzo personal. Con solo una instantánea Vicente inmortaliza el presente y lo convierte en pasado para evocarnos recuerdos y nostalgias… regalándonos hoy, así, una instantánea llena de color y contraste, elementos estos tan característicos en su estilo fotográfico.

Cuando me enviaron el cartel caí en la cuenta de que cada año contemplo el discurrir de la Piedad, curiosamente, justo en ese punto, en la Placeta de San Agustín convertida en una suerte de Calvario tras el paso por la empinada cuesta de Bachiller León. Para mi hija se ha convertido en una cita ineludible ver pasar “el Señor y la Virgen de Manuel”, como ella les llama, con la Torre de la Asunción como telón de fondo mientras jueguetea con el agua de una fuente tan centenaria como sus cadenas. Para los niños, tan sabios, no hay mejor advocación que el nombre de sus amiguitos.

Al ver este cartel, pasó por mi mente lo que siempre reflexiono cuando os veo: la Hermandad de la Piedad se ha convertido en una comunidad de afectos. Gente sencilla que se enamoró de un proyecto común: “Ubi pietas Charitatis” poniendo cada cual su granito de arena sin esperar más recompensa que la mirada serena de una madre resignada y un Cristo yacente que les embriaga con su Amor.

El cartel pareciera un lienzo del mismísimo Rafael Sanzio. Una explosión de luz como cada mañana de Jueves Santo, donde se sintetiza la esencia de esta hermandad . Nada sobresale porque todo importa. En breves instantes sus ojos podrán contemplar la escena haciendo un recorrido escalonado por ese todo que es la hermandad de la Piedad: ricos bordados del “bacalao” donde cada puntada es una callada oración, capuchones con arrugas en las manos que tan poco se prodigan en nuestros cortejos, cuerpo de acólitos formado por hermanos históricamente vinculados a la hermandad y culminando la escena el Santo Traslado de nuestro Señor al Sepulcro representado por el grupo escultórico del Cristo del Amor y la Virgen de la Piedad.

Yo, que los conozco bien, gracias a la admiración que me genera la evolución histórica y el funcionamiento de esta hermandad, puedo afirmar el influjo que en su ámbito personal, familiar y espiritual generan el Amor y la Piedad. El Amor da sentido a la vocación artesanal que ha inspirado esta hermandad desde sus inicios, donde las mayores y más hermosas ofrendas de sus hermanos han nacido de las manos primorosas y artesanas de sus cofrades. El Amor ha sustentado la vida de esta cofradía desde su génesis hasta hoy. Ha marcado su carácter e impronta. Le ha dado su mayor sentido. La ha convertido, como decía al principio, en una comunidad de afectos en la que tenemos espacio, incluso, los que no somos hermanos. Pero para vosotros, por encima de todo, se sitúa la Fe.

La Piedad es uno de los dones del Espíritu Santo que también ha caracterizado a esta cofradía y que humildemente los ha ejercido mediante la actitud de compasión y misericordia por quien sufre y padece. A su vez, ha sido el eje en el que ha gravitado la hermandad desde sus primeros latidos, que a golpe de fragua ha llegado hasta hoy conservando lo más importante: todos y cada uno de sus hermanos fundadores. Es lo que más admiro de vosotros, los que os hace únicos y diferentes: el compromiso de todos los hermanos desde el más viejo al más joven, da igual la labor que se os encomiende o el proyecto que se traiga entre manos vuestra junta de gobierno: siempre acudís en bloque, sin dudar, todos a una como las primeras comunidades cristianas y eso, permitidme que os diga, es con lo que me quedo.

Sólo queda descubrir el cartel que nos cita aquí y que refleja a la perfección el magnífico cambio de vuestra Hermandad en estos últimos años. Desde pequeña vi en esa “sala baja” una enorme fotografía de la Virgen de la Piedad presidiendo, regia, cuanto acontecía en esta casa. Cómo disfrutarían los que ya se fueron viendo todo lo bueno que habéis conseguido. Un nuevo Jueves Santo nos espera, solo falta descorrer el telón…Muchas gracias.